“Las ondas sonoras atrapadas dentro de las estrellas hacen que oscilen a ciertas frecuencias. Estas vibraciones son visibles en la superficie y los astrónomos pueden medirlas con telescopios espaciales. Cuando una estrella gira, estas frecuencias de oscilación cambian ligeramente, lo que hace posible medir la rotación de la estrella observando cómo cambia su superficie con el tiempo. El estudio de estas vibraciones (llamado astrosismología) también puede medir propiedades como la masa y la edad de una estrella. Esto nos permite comprender con mayor detalle cómo la rotación y la actividad de las estrellas evolucionan con el tiempo, profundizando nuestra comprensión de las estrellas, los sistemas exoplanetarios y nuestro propio sistema solar. “Fuente: Mark Garlick / Universidad de Birmingham
A medida que envejecen, las estrellas giran más rápido de lo esperado, según una nueva investigación realizada por científicos de la Universidad de Birmingham, que utiliza la astrosismología para arrojar nueva luz sobre esta teoría emergente.
Todas las estrellas, como el sol, nacen girando. A medida que envejecen, su giro se ralentiza debido a los vientos magnéticos en un proceso llamado “frenado magnético”. Un estudio publicado en 2016 por científicos de los Observatorios Carnegie proporcionó los primeros indicios de que estrellas similares en etapas de la vida al Sol giran más rápido de lo que predijeron las teorías de frenado magnético. Los resultados de este estudio se basaron en un método en el que los científicos señalan puntos oscuros en la superficie de las estrellas y los siguen a medida que se mueven a medida que las estrellas giran. Si bien este método ha demostrado ser eficaz para medir los giros en estrellas más jóvenes, las estrellas más viejas tienen menos puntos estelares, lo que dificulta la confirmación de esta inhibición magnética “debilitada” de estas estrellas.
En un nuevo estudio publicado en Astronomía de la naturaleza, Los investigadores de la Universidad de Birmingham utilizaron un enfoque diferente para confirmar que las estrellas más viejas en realidad parecen estar girando más rápido de lo esperado. El equipo utilizó astrosismología para calcular el movimiento de la estrella. Este campo de investigación relativamente nuevo permite a los científicos medir las oscilaciones causadas por las ondas sonoras atrapadas dentro de una estrella. Al medir las diferentes características de estas ondas, pueden revelar diferentes características de las estrellas, como su tamaño o edad.
En este estudio, el equipo midió los modos o frecuencias de las ondas sonoras producidas por las oscilaciones de la estrella. A medida que la estrella gira, estos modos se separan en diferentes frecuencias. Puedes imaginarlo, dice el autor, como el sonido de dos ambulancias detenidas en la rotonda comparado con conducir en círculo. Midiendo estas frecuencias, la velocidad de giro se puede calcular de una manera que sea posible tanto para las estrellas jóvenes como para las viejas.
El autor principal del artículo, el Dr. Oliver Hall, dijo: “Si bien durante algún tiempo hemos sospechado que las estrellas más antiguas giran más rápido de lo que predicen las teorías de frenado magnético, estos nuevos datos astrosísmicos son los más convincentes hasta ahora para mostrar que este” frenado magnético “Esto es de hecho. Los modelos basados en estrellas jóvenes sugieren que el cambio en la rotación de una estrella es constante a lo largo de su vida, que es diferente de lo que vemos en estos nuevos datos”.
Un aspecto que los científicos creen que puede ser clave para alterar la pérdida de impulso son los cambios en el campo magnético de la estrella. Comprender cómo interactúa el campo magnético con la rotación será un área importante de investigación futura en la que están trabajando los autores.
Los resultados también podrían arrojar luz sobre la actividad de nuestra propia estrella durante los próximos miles de millones de años, explica el coautor, el Dr. Guy Davies: “Estos nuevos hallazgos muestran que todavía tenemos mucho que aprender sobre el futuro de nuestro propio sol y otros estrellas también. Este trabajo ayuda a determinar si podemos esperar una actividad solar reducida y un clima espacial dañino en el futuro. Necesitamos mejores modelos de rotación solar para responder a estas preguntas, y este trabajo representa un paso importante para mejorar los modelos y proporcionar los datos necesarios para probarlos. ”
Proporcionado por la Universidad de Birmingham