¿Este mensaje viene de la Tierra o del espacio exterior?  Ahora los investigadores de SETI pueden estar tranquilos

Ilustración de un radiotelescopio escuchando señales de una civilización alienígena. Fuente: Zayna Sheikh, Breakthrough Escuchar

En radioastronomía, hay muchas señales de radio naturales para observar. El resplandor del hidrógeno, el giro de los electrones a lo largo de un campo magnético o el crepitar de los púlsares. Estas señales tienden a ser muy naturales para ellos, por lo que los astrónomos pueden distinguirlas de chirridos artificiales y charlas de fuentes terrestres. Pero cuando buscas señales de civilizaciones extraterrestres, las cosas pueden complicarse. Deben tener un carácter artificial similar a las señales de radio humanas. Entonces, ¿cómo pueden los astrónomos diferenciar una señal artificial distante de una local?

Este no es un desafío fácil. Incluso las señales naturales pueden confundirse con las artificiales. Por ejemplo, en 2007, los astrónomos comenzaron a detectar pulsos de radio brillantes conocidos como ráfagas de radio rápidas (FRB). Es probable que estas ráfagas de milisegundos de duración sean causadas por magnetares, aunque todavía hay muchas cosas que no entendemos.

Después de su descubrimiento, los astrónomos del Observatorio Parkes revisaron sus datos antiguos y encontraron señales de radio similares a las FRB conocidas como peritones. Durante un tiempo, los astrónomos se preguntaron si se trataba de fenómenos similares, pero rápidamente llegaron a la conclusión de que los peritones se crearon cuando los hambrientos astrónomos abrieron un horno de microondas en funcionamiento, de modo que el horno emitió una breve señal de radio antes de detenerse. Por cierto, es perfectamente seguro mientras no estés en un observatorio de radio.

El proyecto SETI busca específicamente señales inusuales de naturaleza artificial y encuentra muchas. Cualquier cosa, desde automóviles que despegan hasta satélites Starlink, puede crear una fuerte señal artificial. La forma habitual de distinguir una fuente local de una distante es mover el telescopio ligeramente fuera del objetivo y luego regresar a la fuente. El problema de este método es que lleva tiempo, lo que significa que no se puede utilizar para señales de corta duración. Pero ahora el equipo ha desarrollado un método diferente.

¡Guau! señal representada como “6EQJ5”. Crédito: Radio Observatorio Big Ear/NAAPO

La técnica es similar a la forma en que podemos distinguir las estrellas de los planetas a simple vista. La luz que atraviesa nuestra atmósfera se refracta ligeramente por el movimiento turbulento del aire, lo que hace que las estrellas parpadeen. Debido a que los planetas están mucho más cerca que las estrellas, no son un solo punto de luz, por lo que no parpadean. En el caso de fuentes de radio distantes, su luz viaja a través del gas interestelar, provocando un brillo parpadeante que los astrónomos llaman centelleo. Las fuentes de radio locales no parpadean.

Entonces, el equipo desarrolló un paquete de software que analiza el parpadeo de las fuentes de radio artificiales. Si una fuente de radio parpadea en una escala de tiempo de menos de un minuto, probablemente no sea una fuente terrestre. El equipo publicó su trabajo en arXiv servidor de preimpresión.

Este enfoque tiene algunas limitaciones. En primer lugar, la fuente de radio debe estar al menos a 10.000 años luz de distancia para que muestre centelleo, por lo que las señales extraterrestres de las estrellas cercanas no pasarían esta prueba. En segundo lugar, hay varias fuentes de radio humanas que pueden imitar el centelleo. Pero incluso si el método no es perfecto, es una excelente manera de filtrar la mayoría de las señales inteligentes de la Tierra, lo que permite a los astrónomos concentrarse en aquellas que podrían ser mensajes de una civilización alienígena.

Presentado por Universe Today

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