El jefe del organismo de control nuclear de la ONU se reunió con los residentes y funcionarios de Fukushima el miércoles, tratando de tranquilizarlos sobre la liberación planificada de aguas residuales tratadas de la planta de energía nuclear de Fukushima.
La descarga de agua acumulada de la instalación nuclear devastada, que ha sido planificada durante décadas, ha sido aprobada por la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) por cumplir con los estándares globales.
Su titular, Rafael Grossi, en una reunión en Iwaki, prefectura de Fukushima, admitió, sin embargo, que persisten las preocupaciones.
“Todos estos gráficos y estadísticas complejos son una cosa, pero la realidad, la realidad de las personas, la realidad de la economía, la realidad del sentimiento y las percepciones del público pueden ser diferentes”, dijo en una reunión de residentes y funcionarios locales.
Se han acumulado alrededor de 1,33 millones de metros cúbicos de agua subterránea, agua de lluvia y agua de refrigeración en la planta de energía de Fukushima, que está siendo clausurada después de que varios reactores se derritieran después de que el tsunami de 2011 dañara gravemente la planta.
El operador de la planta, TEPCO, ha estado tratando el agua con el sistema de tratamiento ALPS para eliminar casi todos los elementos radiactivos excepto el tritio, y planea diluirlo antes de descargarlo en el océano durante varias décadas.
Algunos vecinos de la región se oponen al plan, y Beijing lo denunció abiertamente, así como algunos residentes de Fukushima, especialmente las comunidades pesqueras, que temen que los clientes rehuyan su captura.
Grossi dijo que el OIEA no participó en el proceso de “ocultar… decorar algo que está mal”.
“En lo que respecta a esta actividad aquí, lo que está sucediendo aquí no es una excepción, un plan extraño que se ha ideado solo para implementarlo aquí y venderlo a usted”, agregó.
“Esta es, según lo certificado por el OIEA, una práctica general acordada y seguida por muchos, muchos lugares alrededor del mundo”.
Aún así, la ira es palpable entre algunos residentes locales que temen que la reputación del comunicado se vea dañada.
Tetsu Nozaki, presidente de la Federación de Asociaciones Pesqueras Cooperativas de la Prefectura de Fukushima, argumentó que el gobierno japonés estaba tergiversando el sentimiento local, que dijo que seguía oponiéndose firmemente al plan.
“Nosotros, los operadores pesqueros, no tenemos más remedio que reaccionar emocionalmente y endurecer nuestra postura”, dijo Grossi.
“Les ruego que se den cuenta… de que este proyecto de liberación de agua tratada de ALPS está avanzando a pesar de la oposición”.
Grossi dijo que no había una “varita mágica” para aliviar las preocupaciones, pero indicó que la OIEA establecería una oficina permanente para revisar la publicación durante décadas.
“Estaremos aquí con ustedes durante las próximas décadas hasta que la última gota de agua acumulada alrededor del reactor se drene de manera segura”, dijo.
Grossi tiene previsto visitar la planta de energía de Fukushima el miércoles y se detendrá en los vecinos regionales, incluida Corea del Sur, después de su viaje a Japón.
© 2023 AFP