Captura de pantalla del video de vista previa de ELSA-M. Fuente: Astroskala
Gran parte de las noticias se centraron en el peligro que representaba el equipo de Kessler. En estas condiciones, el espacio es inaccesible por la nube de escombros que rodea nuestro planeta, lo que impediría nuevos intentos orbitales. Como resultado, han surgido muchas empresas para abordar este problema, desde volar satélites abandonados con láser hasta ayudar a reabastecerlos, se han creado muchos modelos comerciales para capitalizar esta oportunidad.
Uno de los más lejanos es Astroscale. La start-up británica está resolviendo este problema con una de las técnicas más convencionales: conectarse a un satélite existente para sacarlo de órbita. Recientemente lanzaron un video promocional para su nuevo proyecto, ELSA-M.
ELSA-M, que significa End of Life Services by Astroscale-Multiple, está destinado a conectarse a un satélite existente, forzarlo a descender a una órbita más baja y regresar a la órbita más rápido. Será el primer satélite en moverse a una órbita diferente para el segundo encuentro y también sacará de órbita al segundo satélite. No está claro cuántos de estos proyectos puede acomodar un solo satélite ELSA-M, pero la palabra “muchos” en el nombre significa al menos más de uno.
Esta misión sigue a una exitosa misión de demostración conocida como ELSA-D (o “demostración”). Si bien esta misión se planeó inicialmente para probar cuatro tareas de salida de órbita separadas, hasta ahora la compañía ha anunciado que solo ha completado una. La nave espacial ELSA-D se lanzó con un satélite “cliente” que se lanzó desde un satélite de “servicio” y se capturó utilizando tecnología magnética patentada. Lo más impresionante es que ha lanzado y adquirido un cliente muchas veces.
Sin embargo, las otras tres etapas, incluida la captura con y sin caída y las etapas de “diagnóstico”, aún no se han anunciado, aunque la misión se lanzó hace más de un año. Estos problemas muy prácticos también se aplicarán a cualquier solución comercialmente viable para el problema de la basura espacial, por lo que en algún momento Astroscale tendrá que demostrar que su sistema puede funcionar.
Aquí es donde se supone que entra ELSA-M. El sitio web de la compañía describe un satélite de servicio con sistemas de propulsión química y eléctrica que se basan en la herencia aeroespacial de ELSA-D. Su oferta incluirá la búsqueda del satélite del cliente, su inspección y la creación de un enfoque seguro que permitirá la interceptación.
Sin embargo, esto último solo es cierto si el satélite en cuestión tiene una placa de acoplamiento, diseñada por la propia Astroscale. Esta pieza de hardware imprescindible no solo incluye un conjunto neumático y magnético para permitir un verdadero empalme, sino que también incluye un código QR que identifica la orientación del satélite del cliente y comunica otra información al técnico de servicio de ELSA-M.
Astroscale anima a los usuarios a ponerse en contacto con ellos para programar el soporte post-vida para el proyecto del satélite. La mayoría de los proveedores de servicios satelitales responsables comprenden los peligros de los desechos espaciales. Sin embargo, no existe un marco regulatorio que les exija cumplir con los requisitos tecnológicos sugeridos por Astroscale o cualquier otra persona para permitir una eliminación segura. Tampoco está claro cuándo y si se establecerá dicho marco regulatorio. Quizás esperar a que Astroscale pruebe su tecnología será el impulso necesario para lanzar lo que sin duda será una característica necesaria para el acceso al espacio a medida que se generalice. Y quizás ELSA-M en sí mismo sea una demostración de tecnología. Por ahora, solo el tiempo lo dirá.